
Muchas veces hemos oído a las personas decir: "Yo perdono pero no olvido", también es común la frase: "Errar es humano, perdonar es divino", una expresión completamente contraria a la enseñanza de Jesucristo, quien nos enseñó a PERDONAR, no a DISCULPAR sino a PERDONAR.
¿Qué es perdonar?, es un acto que involucra la totalidad del individuo, la voluntad, ya que tomará la decisión de OLVIDAR la ofensa y dejará de pensar en ella, es dar la vuelta a la página, tal vez pienses "es fácil decirlo, no sabes lo que me hicieron a mí", en verdad sé que es difícil, una vez me acusaron de robo, me quedé perpleja, eso no me podía estar pasando a mí, tardé en reaccionar, yo le había hecho tantos favores a la persona que me acusaba que no encontraba explicación a su actitud, que además no fue la única en mi contra, a veces sentía que el infierno se había apoderado de esta persona para atacarme con tanta inquina y odio enfermizo, sería largo contar todo lo que hizo en contra mía. Sé de qué hablo, no es fácil perdonar.
Es más difícil si quien te agravia ha estado ligado a tí por la amistad o el amor, pero en realidad perdonar es un acto de salud preventiva, Dios que nos conoce tan bien, nos pidió perdonar porque si no lo haces enfermarás, tu cuerpo pagará la factura, muchos han adquirido vicios (cigarro, drogas, alcohol, promiscuidad sexual) porque el odio que tienen hacia una persona que les hizo daño los ha impulsado a ese camino, transtornando su personalidad, han perdido oportunidades de ser felices porque su pasado no les ha dejado dar pasos hacia la felicidad, han surgido los fantasmas de quienes le dañaron de una u otra forma y afectan su forma de tratar a otras personas que NADA tienen que ver con sus experiencias negativas, a su vez las dañan y esto se convierte en un círculo vicioso del que es muy difícil salir.
Está científicamente demostrado que la falta de perdón es la causa del mayor número de muertes que ocurren en el mundo, en la Universidad Duke unas de las mejores universidades de los Estados Unidos y del mundo hicieron una estadística que concluía que una de las causas principales de las enfermedades es la falta de perdón. La falta de perdón enferma a las personas, las deprime, los vuelve locos, neuróticos, sicóticos, psicópatas, etc... hay muchas enfermedades mentales y emocionales cuyo origen es no haber perdonado ni haber recibido perdón, eso sin contar con que cuando una persona está llena de odio y falta de perdón, puede asesinar, manejar sin control y sufrir y causar accidentes; naciones enteras se matan unas a otras por falta de perdón, judíos y palestinos por ejemplo; se podrán esgrimir muchas razones para esas cruentas batallas, pero en el fondo hay una sola gran verdad: No se han perdonado.
Por eso, es importante que tú perdones y recibas el perdón de otros, te liberes y que la gracia de Dios finalmente fluya en tu vida. Perdona y experimentarás la paz y la liberación; el Señor Jesús le dijo al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados (Marcos 2:5)" tal vez este hombre pensaba que se encontraba así porque había hecho mucho daño y la culpa lo atormentaba, Cristo en su omniciencia entendió que lo que más necesitaba este hombre era sentirse perdonado y se lo dijo: "Tus pecados te son perdonados", no te culpes más, ya todo pasó; es interesante cómo el Señor prioriza la salud espiritual, si tu espíritu está sano, tu cuerpo también tendrá mayor probabilidad de estarlo.
Mateo 18: 21-22 "Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?, Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete".
Miqueas 7:18 revela una característica divina: "¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en Misericordia".
En Mateo 6:14 "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial" , mantén limpio tu corazón, olvida las ofensas, perdona, deja TODO en las manos perfectas de Dios, llénate de la Palabra de Dios y de su presencia, no gastes energías y tiempo en pensar en quien o quienes te lastimaron o a quienes tú lastimaste, en este último caso si puedes hacer algo por aliviar el daño que les pudiste causar, hazlo.
Si tú no puedes perdonar, pídele a Dios que en Cristo te de la capacidad de perdonar, cuéntale qué es lo que te cuesta tanto olvidar, luego perdona, perdónate y sé libre!
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